Políticas, activistas y guerrilleras africanas invisibilizadas

África ha olvidado a las lideresas de sus luchas por la independencia

Integrantes de la ANC Women’s League, lideradas por Winnie Madikizela Mandela, cargan con el ataúd de su compañera guerrillera Ida Mntwana, 1960.

 

Cuando los oficiales coloniales británicos se negaron a autorizar manifestaciones, la activista Funmilayo Ransome-Kuti movilizó a las mujeres de los mercados locales para montar lo que ella llamó «picnics» y festivales.

Una de las pocas mujeres en la Nigeria de principios de los años veinte que recibió educación más allá de la primaria, Ransome-Kuti utilizó su privilegio para coordinar la resistencia contra el colonialismo en Nigeria, cuyo objetivo no fueron tan solo los británicos sino también las figuras tradicionales locales que estos usaban para imponer su control.

La Abeokuta Women’s Union –Sindicato de Mujeres Abeokuta, que ella fundó, se manifestó contra los impuestos injustos, la corrupción y la falta de representación de las mujeres en los espacios de decisión. Aunque quizás es más conocida como la madre del pionero del afrobeat Fela Kuti (activista de pleno derecho por sí mismo), el papel y los años de Ransome-Kuti como madre del activismo anticolonial en Nigeria raramente son celebrados más allá de la mención en los libros de texto de primaria (de Nigeria). Su hijo cantó una vez «ella es la única madre de Nigeria».

En muchos sentidos, el silenciamiento del legado de Fumilayo Ransome-Kuti en el movimiento por la independencia nigeriano es una constante a lo ancho del continente.

A lo largo de las seis décadas desde que muchos de los países africanos alcanzaron la independencia política, las historias de las mujeres en las luchas de liberación aún están pendientes de contar y celebrar, no así sus compañeros masculinos, que no tardaron en tener universidades, aeropuertos y autopistas principales nombrados en su honor, e impresas sus caras en las monedas nacionales. Y aquellas cuyas historias sí se han contado, tal como la de la activista antiapartheid Winnie Madikizela-Mandela, son objeto de dobles estándares y muletillas sexistas que las sitúa frecuentemente como un mero apoyo a los hombres, reduciéndolas al papel de esposas.

Las mujeres, tanto las que habían tenido acceso a educación como las que no, fueron imprescindibles para los partidos de liberación, aunque con frecuencia fueron encasilladas en las alas «femeninas» del partido, menos poderosas, si las había. A pesar de no poder formar parte del organigrama principal de esos partidos, las lideresas de estas alas femeninas fueron capaces de demostrar un tremendo potencial para el liderazgo.

Tan solo un año después de su recrutamiento como líder del ala femenina de la Tanganyika African National Union -TANU · Unión Nacional Africana de Tanganica-, Bibi Titi Mahommed ya había conseguido atraer a más de 5.000 mujeres. Bibi Titi se sirvió de las redes culturales y económicas de las mujeres para movilizar, intercambiar información, vender carnets del partido, anunciar concentraciones, organizar manifestaciones y recaudar fondos para la TANU, que se convertiría en el partido de la libertad de la Tanzania moderna.

Las mujeres, tanto las que habían tenido acceso a educación como las que no,
fueron imprescindibles para los partidos de liberación, aunque
con frecuencia fueron encasilladas en las alas «femeninas» del partido

En Ghana, Mabel Dove-Danquah, descrita como una «feminista pionera» fue una adelantada a su tiempo en la defensa vehemente de la igualdad de género. Dove-Danquah trabajó como escritora, periodista y editora para varios periódicos de tendencia libertadora, como el mismo Accra Evening News, fundado por Kwame Nkrumah. Está entre el grupo de mujeres que participó en el avance de la lucha por la independencia con Nkrumah y su Convention People’s Party, y llegará a ser la primera mujer africana en ser elegida parlamentaria por votación popular en 1954.

El ala femenina del CPP estaba formado mayormente por vendedoras de los mercados quieres, mientras iban y venían por el país comprando y vendiendo, se acabaron sumando a la causa de la autodeterminación. Al igual que en otras luchas africanas, las mujeres de los mercados eran el pilar de la financiación del partido, pero cuando Ghana conmemoró los 62 años de su independencia este pasado marzo, sus nombres y aportaciones ya habían sido borradas de la historia popular.

En los contextos en los que la lucha por la independencia tomó un cariz especialmente violento, las mujeres también estaban en las líneas de frente. Las jóvenes musulmanas fueron centrales en la resistencia de la FRELIMO contra el gobierno colonial portugués en Mozambique. FRELIMO reclutó a adolescentes y jóvenes como guerrilleras y fueron cruciales para la recogida de información sensible, ya que los portugueses no las percibían como una amenaza.

Aunque la falta de reconocimiento de las contribuciones de las mujeres a la Historia no es un mal solamente africano. A nivel global se han hecho esfuerzos para reescribir el pasado para enriquecerlo con matices, dice la profesora Akosua Darkwah, directora del departamento de sociología de la universidad de Ghana «a menudo debido a que estas historias son contadas por los hombres, las cuentan desde su perspectiva», dice, «pero tiene que haber un constante Pepito Grillo que les recuerde que no es posible que todas las mujeres simplemente estuvieran allí sentadas mirando». En 2017 Darkwah fue coautora de un estudio sobre las mujeres y política africana en las postintependencias.

«tiene que haber un constante Pepito Grillo
que les recuerde que no es posible que todas las mujeres
estuvieran simplemente allí sentadas mirando»

En el periodo de lucha los líderes de la liberación africana hablaron apasionadamente sobre la equidad de la mujer y reconocieron sus aportaciones. En palabras de Nkrumah «buena parte del éxito del CPP ha sido gracias al esfuerzo de las compañeras mujeres. Desde el comienzo, las mujeres han sido las principales organizadoras en terreno. Han viajado a innumerables pueblos y ciudades como secretarias de propaganda, y han sido las responsables de lograr la solidaridad y cohesión del partido».

Pero esta retórica progresista resultó ser como mucho un barniz, ya que en la etapa posindependencias fueron escasas las iniciativas para incluir a las mujeres  en la gobernanza de manera estructural y deshacerse de las leyes sexistas de la época colonial.

A pesar de que su gobierno introdujo una cuota de género (9%) en la legislatura de 1960, el gabinete de Kwame Nkrumah como presidente, por ejemplo, estuvo conformado exclusivamente por hombres durante 11 de los 14 años que gobernó. Con la economía de la nueva Ghana en apuros, debido a décadas de colonialismo, la Guerra Fría y el financiamiento de otros movimientos de liberación, Nkrumah la tomó con las vendedoras de los mercados, señalándolas como una de las razones de estos apuros económicos.

De nuevo, las mujeres no se libraron de la brutalidad que venía acompañada al criticismo contra los nuevos regímenes autoritarios que gobernaron en el África posindenpendencias. Poco después de la independencia, Bibi Titi fue arrestada por el gobierno de su antiguo aliado, Julius Nyerere, bajo cargos falsos de traición. Fue sentenciada a cadena perpetua, aunque fue liberada dos años después y pasó el resto de su vida alejada de la vida pública.

De manera similar, la primera abogada de Malawi, Vera Chirwa, sufrió el exilio y largos años de encarcelamiento tras enfrentarse, junto con otras personas, al presidente Hastings Kamuzu Banda. Chirwa es miembro fundadora del Malawi Congress Party, el cual llevó finalmente al país a la independencia. También fundó la League of Malawian Women, que no solo luchó por los derechos de las mujeres si no que fue un apoyo principal de la resistencia contra la dominación blanca en Malawi.

Hay muchas historias jamás contadas sobre el papel de las mujeres en la resistencia
contra el colonialismo europeo, desde la primera línea en Argelia y Zimbabue
a las poetisas somalíes cuyas palabras han cautivado e inspirado su libertad de movimiento.

Generaciones después, el poder de las alas femeninas de los partidos políticos a lo ancho del continente se diezmó, y fue usurpada por las Primeras Damas. Fueron despobladas de mujeres carismáticas, formadas y profesionales, hasta el punto de que la agenda feminista coherente progresista se encuentra ahora en la sociedad civil. Por ejemplo, la Women’s League of the African National Congress, que ha sido descrita como la «portera del patriarcado«, mantuvo hasta 2017 que «Sudáfrica no estaba preparada para una presidenta mujer«, a pesar de que el partido contaba con un cuadro de exitosas políticas. Ciertamente, Ellen Johnson Sirleaf continúa siendo la única presidenta elegida en África.

Hay muchas historias jamás contadas sobre el papel de las mujeres en la resistencia contra el colonialismo europeo, desde la primera línea en Argelia y Zimbabue a las poetisas somalíes cuyas palabras han cautivado e inspirado su libertad de movimiento. En todo caso, una nueva generación de feministas africanas están decididas a reclamar estas narrativas.

En Lusaka, Zambia, el Museo de la Historia de la Mujer ha recopilado 5.000 piezas de grabaciones y otros artefactos y ya está cambiando la narrativa sobre las mujeres y la igualdad, que prácticamente fue borrada por el colonialismo. De igual manera, feministas expertas en tecnología están aprovechando el Mes de la Herencia en Ghana para resituar el papel desempeñado por las mujeres en la historia.

Pero la profesora Darkwah advierte «este no es un trabajo que deban hacer solo las feministas… se trata de nuestra historia, es una revisión más completa de nuestro pasado, no debería ser responsabilidad de las feministas recordarnos esto, deberíamos ser todas y todos».

La nigeriana Funmilayo Ransome-Kuti lideró el movimiento de mujeres en su región del noroeste del país, y jugó un papel fundamental en el movimiento por la independencia.

 

Autor: Kwasi Gyamfi Asiedu

Artículo original publicado en Quartz Africa.

Traducción y edición: Celia Murias

 

Foto de archivo de Winnie Madikizela Mandela · Azola Dayile, Wikipedia Commons

Foto e ilustración de Funmilayo Ransome-Kuti: UNESCO · Alaba Onajin

Portada de autobiografía de Vera Chirwa, Zed Books, 2007

 

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