Diálogo social y sindicatos africanos: en el camino del trabajo decente y la ratificación de los convenios internacionales de la OIT

Por el 2 diciembre, 2021 Desarrollo , Economía

Durante el mes de noviembre han tenido lugar dos interesantes eventos en Las Palmas de Gran Canaria y en Madrid donde hemos hablado de sindicalismo africano, trabajo decente en África y ratificación de los convenios internacionales de la OIT.

Conferencia Por el trabajo decente en África

El primero de ellos fue organizado el 11 de noviembre de 2021 por Comisiones Obreras, Casa África, la Red Sindical de Migraciones Mediterráneas Subsaharianas y la Fundación Friedrich Ebert Stiftung de Túnez y España con el título “Por el trabajo decente en África” donde se analizó en profundidad el papel de los sindicatos en la lucha por el trabajo decente como organizaciones que han desempeñado un papel fundamental en la evolución y el desarrollo del África moderna.

En este evento, además de Casa África y la Fundación FES, participaron instituciones como la Consejería laboral de la Embajada de España en Dakar, la Oficina de la OIT en España, representantes de la OIT en África y varios institutos de investigación y académicos universitarios de distintos países africanos y europeos.

Además se contó con la participación de sindicatos de Níger, Senegal, Mauritania, Túnez, Francia, Italia y España, todos ellos miembros de la Red Sindical de Migraciones Mediterránea Subsaharianas (RSMMS). Esta red, creada en 2014, reúne a más de 30 organizaciones sindicales de 15 países de las regiones del África Occidental, África del Norte y Europa.

Sus organizaciones sindicales miembro, y especialmente las africanas, se enfrentan a numerosos retos ante las grandes transformaciones sociopolíticas, demográficas y urbanas del continente africano y tienen grandes limitaciones para alcanzar el objetivo 8 de los 17 que nos recuerda la Agenda 2030 y que habla de trabajo decente y crecimiento económico.

La conferencia que puede escucharse completa en este enlace analizaba además los flujos migratorios y su dimensión económica y sobre todo socio profesional y especialmente las causas que empujan a las personas a abandonar su entorno, su hogar y su familia, impulsadas por condiciones socioeconómicas o por las consecuencias del cambio climático sin olvidar un recorrido por los movimientos sociales y las alianzas sindicales en el continente africano, su desarrollo histórico y las estrategias para la renovación sindical en África.

Sin embargo y así lo expresaron diferentes ponentes, a pesar de una presencia histórica continúa en el terreno, combativa y transformadora de sus propias sociedades encontramos que el movimiento sindical africano, de manera recurrente, queda fuera de las consultas nacionales, del diálogo social inexistente en muchas latitudes del continente. Así y a pesar de sus esfuerzos de organización regional recientes y de superación de trabas históricas, su capacidad de incidencia sigue siendo menor que en otras regiones del mundo. Por tanto, se hace necesario incluir en el diálogo social a aquellas organizaciones más representativas.

Otros ponentes señalaron que es necesario además reforzar sus estructuras y evitar la fragmentación excesiva de un movimiento sindical de por sí, en ocasiones, acorralado por el poder político y por sus propios enfrentamientos internos. Por otra parte, hay que tratar de minimizar la economía informal en África como una de las ‘claves’ para propiciar una unidad de acción y un desarrollo laboral en el continente.

I Congreso interuniversitario de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre justicia social, trabajo decente y objetivos de desarrollo sostenible

En este segundo evento, celebrado en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid, tuvimos la ocasión de analizar durante una ponencia el papel de los sindicatos africanos en el avance y ratificación de las normas internacionales del trabajo y muy especialmente en la ratificación del convenio 190 sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo sobre el que Africaye ya avanzó algunos contenidos en este artículo previo.

La ponencia presentada se inscribía en los ejes de Género y Objetivos de Desarrollo Sostenible que planteaba este I Congreso interuniversitario de la OIT. Así se encuadraba en el ODS 5 (lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas) y el ODS8 (promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos/as) especialmente a la luz de lo que nos dice el Convenio núm. 190 de la OIT sobre violencia y acoso en el mundo del trabajo.

Para la OIT y para las organizaciones sindicales como mandantes tripartitos de esta agencia de Naciones Unidas se revelan como fundamentales ambos objetivos de desarrollo sostenible. Desde su inicio, el movimiento sindical internacional y con él, el africano, se congratulaba con la puesta en marcha de la Agenda 2030 y de su carácter universal y, a su vez, analizaban sus responsabilidades y oportunidades en este marco.

Pero también apuntaban hacia el riesgo evidente de que la contribución tripartita donde las organizaciones sindicales son parte esencial no termine siendo verdaderamente eficaz si no se formulan con rapidez las necesarias estrategias nacionales que integren la labor global que recomendaba la OIT.

El riesgo aumenta de manera exponencial en aquellas latitudes donde el movimiento sindical, entre otros actores sociales, sigue siendo un elemento frágil en la cadena de toma de decisiones y en el seguimiento de las agendas internacionales. Así el caso del sindicalismo en el contexto africano como veremos.

¿Qué ha sucedido en África con el movimiento sindical, la lucha por el Trabajo Decente, la Agenda 2030, ODS 5 y 8 y la ratificación del Convenio 190 de la OIT y su recomendación 206?

El movimiento sindical africano se encuentra en una etapa decisiva de su historia, en un escenario donde diferentes seísmos sociopolíticos modifican la historia de numerosos pueblos africanos en su lucha por la libertad en ocasiones con resultados cruentos y desgarradores.

De sus debates en los últimos tiempos se destila un desarrollo interesante en los contenidos relativos a la violencia de género en África, la demanda de ratificación del recién aprobado convenio 190 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre acoso y violencia en el mundo del trabajo y la reco­mendación 206. Como mandantes de la OIT, ocupan además una posición privilegiada para hacer avanzar políticas que mejoren el horizonte de trabajo de­cente de las poblaciones africanas.

Pero la propia OIT nos señala que pese a que la desigualdad entre mujeres y hombres en el merca­do laboral es un fenómeno mundial, las mayores brechas se aprecian en los Estados Árabes, África y Asia meridional. Por su parte, la regional africana de la Confederación Sindical Internacional (CSI) añade que en el África Subsahariana, el 84% de las mujeres traba­jan en el sector agrícola y están empleadas en el sector in­formal, en comparación con el 63% de los hombres. Se registra una diferencia salarial en torno al 48% entre hombres y mujeres en algunos países africanos. Así podemos imaginar ya que la sola ratificación del histórico convenio 190, aunque requiera de un desarrollo posterior efectivo en el terreno, tendría un importante impacto en las legislaciones nacionales africanas. Sería un gran paso en el avance de los derechos laborales y sindicales.

Algunas iniciativas concretas y algunos resultados

De manera general, los sindicatos africanos han elaborado materiales, publicaciones y documentos para presionar a sus sociedades y gobiernos en esta ratificación. Así, países como Namibia aprobaron la propuesta de ratificación del convenio 190 y también del 189 que pronto se presentarían al parlamento y en Zimbabwe los sindicatos comenzaron a reunirse en 2020 con los ministerios de trabajo y protección social, así como con los ministerios de asuntos de la mujer antes de que se presentara la ratificación al parlamento. Otro ejemplo: el 8 de marzo de 2020, el Sindicato de Mineros de Zambia celebró el Día Internacional de la Mujer haciendo un llamado a la solidaridad con el Congreso Sindical de Zambia para alentar al gobierno a ratificar el Convenio 190 de la OIT.

Pero han sido de especial relevancia dos campañas africanas exitosas para la adopción y ratificación del convenio 190 en Benín y Senegal en datos que han sido proporcionados por la Confederación Sindical Internacional. La historia de estas campañas refleja cómo ha sido el liderazgo sindical de las mujeres, la participación de los hombres en estas iniciativas de los sindicatos y la creación de alianzas que han ayudado a concienciar sobre el problema y a abrir espacios para que las mujeres hablaran sobre la violencia de género.

Por una parte, COSI, la COSI, la Confederación Nacional de Sindicatos de Benín, desarrolló la campaña para la ratificación como parte de su fuerte compromiso con la igualdad de género. Se trata de un país con altos índices de violencia de género, un movimiento sindical cada vez más feminizado a través de la organización y la contratación de trabajadoras del sector informal, y una dirección sindical comprometida con el tema. Así que no es de extrañar que el Convenio se convirtiera en una importante herramienta para la participación, la contratación y la organización sindical en Benín. Tengamos en cuenta que en un estudio realizado por el Ministerio de Familia y Solidaridad Nacional de Benín (2009) reveló que hasta el 70% de las mujeres y niñas de Benín han sufrido alguna forma de violencia de género.

La segunda campaña fue dirigida por una coalición de mujeres, responsables sindicales en Senegal. Esta iniciativa comenzó en julio de 2019, inmediatamente después de la adopción del C190. Aunque el Gobierno de Senegal votó a favor de la adopción de la C190, la falta de progreso en el avance hacia la ratificación añadió urgencia a la campaña sindical. Se formó una coalición sindical de mujeres de la C190, formada por mujeres líderes de cinco confederaciones sindicales (CNTS, CNTS-FC, CSA, UNSAS y UDTS) bajo la Red Nacional de Mujeres Sindicales de Senegal. La campaña fue coordinada por una unidad central para organizar reuniones de sensibilización en los lugares de trabajo y en las empresas, y para ejercer presión sobre el gobierno.

No obstante hay que recordar que a pesar de las iniciativas mencionadas y según fuentes de la base de datos de la OIT, Normlex, solo tres países africanos han procedido a la ratificación: Mauricio, Somalia y Namibia, por lo que es obvio que todas las iniciativas a seguir y los apoyos siguen siendo necesarios para ampliar el número de países que lo han ratificado. A nivel mundial, dado que es aún un convenio muy joven, solo está ratificado por Argentina, Ecuador, Fiji, Grecia, Mauricio, Namibia, Somalia, Uruguay e Italia. El congreso español votó la autorización para la ratificación de este convenio en su sesión del pasado 11 de noviembre. Obtuvo 284 votos a favor, 51 en contra y 10 abstenciones, por lo que el Estado español lo ratificará en las próximas semanas.

Autora: Alejandra Ortega Fuertes

Fotografía: imagen del acto del 11 de noviembre en Gran Canaria (Alejandra Ortega Fuertes)

(Requena, 1971) Doctora en Estudios Árabes e Islámicos y Máster en Inmigración e Intervención Social. Desde 2006 es responsable para países árabes, África, Asia y consejera técnica para la Organización Internacional del Trabajo en la Secretaría de Internacional y Cooperación de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras de España. Su tesis doctoral, publicada en la Fundación 1º de Mayo de CCOO, se centraba en un análisis comparativo de la evolución de los modelos sindicales de Túnez y Egipto. En 2019 recibe el XI Premio de Ensayo de Casa África con la obra "Por el trabajo decente en África", publicada por Los Libros de la Catarata.

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