Resultados parlamentarios y municipales

Elecciones en Somalilandia o cuando la estabilidad es la noticia

Por el 9 junio, 2021 África Oriental , Política

Las elecciones parlamentarias y a los consejos locales de Somalilandia, largamente aplazadas, tuvieron lugar el 31 de mayo en torno al 30º aniversario de la independencia de Somalilandia y el 20º de su democracia multipartidista, a pesar de la pandemia de la Covid-19. Los tres partidos políticos nacionales (Kulmiye, Waddani y UCID) acordaron las modalidades del proceso electoral, gestionado por la Comisión Electoral Nacional de Somalilandia.

Una mujer vota en las pasadas elecciones presidenciales de Somalilandia en 2017 | Foto USAID – CC

Este consenso sobre el proceso electoral se produjo tras una serie de reuniones de reconciliación entre los partidos para remediar las consecuencias políticas de las elecciones presidenciales de 2017, donde la denuncia de fraude electoral por parte de la oposición provocó graves incidentes y por un enfrentamiento entre la presidencia y los partidos de la oposición sobre el nombramiento de los miembros de la Comisión Electoral, así como los problemas con el sistema de registro biométrico del iris (método de identificación de los votantes). A diferencia de las seis elecciones anteriores de Somalilandia, que fueron financiadas en su mayoría por desde el exterior, el 70% del presupuesto de 8 millones de dólares se financió internamente.

A falta de la confirmación de los resultados oficiales en la región de Marodi-Jeex (la más poblada y donde se encuentra la capital, Hargeisa) se puede decir que los comicios discurrieron con tranquilidad y no se registraron incidentes. Los 1,3 millones de votantes registrados pudieron elegir entre los 246 candidatos presentados para 82 escaños parlamentarios, mientras que unos 966 candidatos compitieron por los 249 escaños municipales de distrito en las seis regiones en 2709 colegios electorales de la república de Somalilandia. 28 candidatas y 5 candidatos de los clanes Gabooye (grupos minoritarios) estaban incluidos en la lista de candidatos publicada oficialmente por la Comisión Electoral.

Hay que destacar que la votación no se celebró en algunas de las zonas disputadas de Somalilandia con el vecino Estado de Puntland (Somalia), en particular en las ciudades de Buuhoodle, Boocame, Badhan y las zonas costeras del distrito de Laasqoray. A excepción de éstas, las elecciones se celebraron en la mayoría de las zonas en disputa del distrito de Buuhoodle, las partes orientales de Sanaag (distritos de Dhahar y Badhan) y la región de Sool, según el CNE.

Cola de votación para las elecciones presidenciales de Somalilandia en 2017 | Foto USAID – CC

Somalilandia, epicentro de la estabilidad en la región

Este antiguo protectorado británico ha desarrollado un sistema político estable y democrático, que fusiona elementos modernos y tradicionales, con siete convocatorias electorales en los últimos treinta años, incluido el referéndum de 2001. En 2002, Somalilandia hizo la transición de un sistema basado en clanes a una democracia multipartidista tras el referéndum, formalizando la Guurti como Cámara Alta de Ancianos, que asegura el apoyo de las estructuras de poder tradicionales basadas en clanes. Desde entonces se celebran elecciones periódicas y se produce una frecuente alternancia en el poder entre los principales partidos políticos, cimentando una tradición de traspasos de poder pacíficos poco habitual en la región.

Como novedad, esta ha sido la primera vez que se celebraron unas elecciones conjuntas (parlamento y consejo local). Las elecciones presidenciales se celebran por separado en Somalilandia y no están previstas hasta que expire el mandato de cinco años del presidente Musa Bihi Abdi, a finales de 2022. Se esperaba que el aumento del número de votantes, urnas y colegios electorales pusiera a prueba a la comisión electoral nacional y a los organismos de seguridad que gestionaron el proceso. Otro gran reto ha sido la pandemia de COVID-19. Para hacerle frente, la campaña electoral tuvo una duración de seis días entre el 23 y el 28 de mayo, y se asignaron dos días alternos de campaña a cada uno de los tres partidos, seguido de dos días de reflexión antes de la cita electoral del 31 de mayo. De igual manera, se aumentó el número de colegios electorales de 1.642 a 2.709, garantizando que los votantes tuvieran espacio suficiente para el distanciamiento social.

Las elecciones de Somalilandia con sufragio universal directo contrastan con Somalia, que apenas se mantiene unida por un débil gobierno central en Mogadiscio, y que no ha celebrado unas elecciones con sufragio directo en 50 años. Mogadiscio y los líderes de los cinco estados semiautónomos de Somalia acordaron este mes celebrar las tan esperadas elecciones en un plazo de 60 días, después de que un calendario anterior se viniera abajo a causa de la violencia. La votación prometida es indirecta, como en elecciones anteriores, con delegados especiales elegidos por los líderes de los clanes que eligen a los legisladores, quienes a su vez eligen al presidente.

Somalia se opone ferozmente a las reivindicaciones de independencia de Somalilandia y considera que la región forma parte de su territorio, aunque en realidad Mogadiscio ejerce poca autoridad sobre sus asuntos. Con una larga costa en el Golfo de Adén y un vasto interior desértico, Somalilandia tiene un gobierno e instituciones que funcionan, su propia moneda, pasaporte y fuerzas armadas. Sin embargo, su búsqueda de un estado reconocido sigue sin realizarse, a pesar de la estabilidad política y la gobernanza democrática de que goza, lo que la diferencia de sus vecinos.


Autor

Roble Rusiseti es licenciado en Ciencias Políticas y ha trabajado en organizaciones internacionales en diferentes países africanos. Actualmente está de misión y por eso escribe bajo pseudónimo.

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