No hubo lucha anticolonial sin las mujeres

Editorial 8M

¿Qué tal estáis, compañeras, compañeres y compañeros?

Hoy es 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, y el equipo de Africaye queremos acompañaros para recordar la perogrullada de que las africanas ya eran feministas antes de que existiera el feminismo (la inmensa ghanesa Ama Ata Aidoo dixit), y presentaros lo que será el primer monográfico temático del grupo. Con este editorial introducimos un marzo en el que publicaremos una serie de artículos poniendo el foco en el papel y participación de las mujeres del continente en los procesos de resistencia, liberación y creación del escenario poscolonial actual, a través de los perfiles de activistas y políticas clave.

Ángeles Jurado y yo misma ya abordamos en el libro “Brújulas sobre África. Miradas para desaprender la región subsahariana” la complejidad de los roles económicos y sociopolíticos que las mujeres desempeña(ba)n en sus sociedades, tanto en periodos precoloniales como posteriores al contacto con las potencias colonizadoras. Sin entrar de nuevo en esta cuestión, lo cierto es que las madres del Panafricanismo y de las luchas anticoloniales desaparecieron invisibilizadas por la hegemonía patriarcal; los grandes nombres fundacionales de Nkrumah, Nyerere o Cabral, por mencionar algunos, continúan monopolizando la imagen de las luchas anticoloniales y de liberación. Esta propuesta es, pues, un homenaje y una contribución a la visibilización de aquellas revolucionarias que aportaron liderazgo contra las potencias coloniales. Todas ellas activistas, algunas formaron parte de movimientos armados y de sus brazos políticos; otras, como la guienana Mafory Bangoura, definieron el proyecto político y formaron parte de las estructuras políticas de sus naciones posindependientes; otras movilizaron y organizaron a la población para enfrentarse a los gobiernos coloniales, como la somalí Hawo Taako, o la costamarfileña Marie Koré; y, en términos generales, todas ellas contribuyeron significativamente a la construcción de los nuevos proyectos nacionales y de la propuesta panafricanista, con una mirada amplia y en conexión transnacional con otras mujeres de distintas regiones del sur. Para las mujeres africanas involucradas en estas luchas, la justicia de género no estaba desvinculada de la lucha antiimperialista, un posicionamiento basado en el análisis de las inequidades a nivel global, su lugar en este y los impactos específicos que como sujetos colonizados –mujeres– sufrían, algo que por supuesto era objeto de tensión en sus relaciones con los movimientos de mujeres del norte global.

La centralidad, por tanto, de la liberación de la opresión colonial como fundacional de la lucha por la emancipación de las mujeres africanas se puede percibir en el peso histórico de estas mujeres y en la construcción teórica y pragmática de lo(s) feminismo(s) africano(s). De hecho, aunque hoy reivindiquemos el 8M en el estado español, vale la pena recordar que algunos países africanos han marcado este día de reivindicación en torno a sus lideresas, precisamente por resistir y contribuir significativamente a la organización de las comunidades contra la opresión –en un sentido amplio, colonial, racial y patriarcal–.

Por ejemplo, en Mozambique el Día Nacional de la Mujer Mozambiqueña se celebra el 7 de abril honrando a la guerrillera Josina Machel en la fecha de su fallecimiento, cuya implicación en la lucha antiportuguesa abordaremos este mes. En Sudáfrica la conmemoración del Día de la Mujer es el 9 de agosto, en recuerdo de la histórica manifestación de mujeres en 1956 en Pretoria contra el sistema de pases y más ampliamente, el propio sistema racista del Apartheid, en la que tomó parte otra de nuestras protagonistas, Albertina Sisulu.

Sin embargo, el feminismo es un proyecto político transformador y colectivo por definición, y las contribuciones de estas mujeres sobresalientes no serían nada sin la movilización popular y el empuje de millones de mujeres individuales y organizaciones que desde sus espacios –vendedoras, mujeres rurales, políticas, estudiantes, etc.– lucharon por sus derechos tanto contra el patriarcado local como contra las estructuras imperialistas capitalistas globales, y continúan sirviendo de inspiración para las nuevas generaciones de feministas africanas, y para todas nosotras.

Os esperamos a lo largo de marzo.

¡Reivindicativo 8M!

Foto de portada: Avel Chuklanov

(Gallega nacida en Madrid, 1982) estudié Publicidad y Relaciones Públicas, aunque dejé El Lado Oscuro enseguida por la fotografía y el tercer sector, especializándome en Estudios Africanos y Relaciones Internacionales. Quizás por aquello del lado oscuro, trato de centrarme en una tesis sobre la presencia de las empresas transnacionales en el continente africano. Mientras, mi vida es una miscelánea que llevo como puedo, conjugando la producción agroecológica, la danza y aprendizajes varios. Susan Sontag dijo "fotografiar es encuadrar, y encuadrar es excluir". Es extensible a cualquier expresión, y aquí compartiré algunos encuadres, en constante composición.

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